Si quieres mejorar tu técnica de natación, aprende a llevarte bien con el agua, pero sin gilipolleces
Mejora tu técnica de natación
La natación es más que un deporte. Es una forma de vida, un arte y, para algunos, un motivo de frustración. Pero tranquilos, aquí estamos para ponerle remedio. Si estás cansado de chapotear como un pez fuera del agua, sigue leyendo. Te voy a contar todo lo que necesitas saber para dominar el agua, sin florituras ni tonterías.
Beneficios de la natación
Antes de lanzarnos al agua, vamos a ver por qué deberías preocuparte por mejorar tu técnica de natación. Esto no es solo cuestión de lucir bien en la piscina. Aquí van algunos beneficios que seguro no conocías:
- Potencia el sistema cardiovascular: Nada como un par de largos para poner a prueba tu corazón. La natación mejora la circulación y fortalece el músculo más importante de tu cuerpo.
- Aumenta la fuerza muscular: Cada brazada es un mini entrenamiento. Además, el agua ofrece resistencia natural, así que trabajas sin necesidad de pesas.
- Mejora la flexibilidad: Si lo tuyo es el yoga, la natación te va a encantar. Moverte en el agua te ayuda a estirar esos músculos que en tierra firme se vuelven rígidos.
- Es un ejercicio de bajo impacto: A diferencia del running, tus articulaciones te lo agradecerán. El agua es tu mejor aliada para evitar lesiones.
- Reduce el estrés: No hay nada como sumergirse en el agua para desconectar del mundanal ruido. Es terapia pura, amigos.
Rutina para mejorar en la natación
No te voy a dar la receta de la abuela, pero sí una rutina que puedes seguir para pulir tu técnica. Aquí va un plan básico, que podrías hacer tres veces por semana:
- Calentamiento: 10 minutos de nado suave. Aquí no se trata de competir, sino de calentar los músculos y preparar tu cuerpo.
- Trabajo de técnica: Dedica 15 minutos a enfocarte en diferentes estilos. Alterna entre crol, espalda y braza. ¿El objetivo? Mejorar tu coordinación y postura en el agua.
- Series: Haz 4 series de 100 metros a un ritmo moderado. Descansa 30 segundos entre cada serie. Aquí es donde comienza la verdadera fiesta.
- Descanso activo: 5 minutos nadando suave o haciendo ejercicios de respiración. Esto es clave para que tu cuerpo se recupere y no te quedes como un pez fuera del agua.
- Enfriamiento: Termina con 5 minutos de nado a ritmo suave. Cualquier estiramiento que hagas en el agua es bienvenido.
Errores frecuentes en la natación
Todos los nadadores, novatos y expertos, cometen errores. Aquí tienes una lista de los más comunes para que no caigas en ellos:
- Respirar de forma incorrecta: Muchos se olvidan de la respiración. Si no respiras bien, tu técnica se va al traste. La clave está en girar la cabeza de lado, no levantarla.
- Mal posicionamiento del cuerpo: No te conviertas en un pez muerto. Mantén el cuerpo alineado y evita hundir las piernas. Recuerda, el agua es tu amiga, no tu enemiga.
- Falta de cadencia: Si nadas como un caracol, no esperes resultados rápidos. Necesitas mantener una frecuencia adecuada para ser eficiente.
- Agarrar el agua: No se trata de dar zancadas en el aire. La mano debe entrar en el agua con los dedos primero y no hacer ruido. ¡Nada de chapoteos!
- Olvidar calentar y enfriar: A veces se pasa por alto, pero esos minutos extras son clave. Tu cuerpo te lo agradecerá.
Consejos rápidos para mejorar en la natación
¿Quieres más? Aquí van unos consejos que puedes aplicar desde hoy mismo:
- Graba tus sesiones: No hay mejor crítica que la que te haces a ti mismo. Grábate nadando y revisa tu técnica.
- Usa accesorios: Aletas, tablas o pull buoys pueden ayudarte a trabajar en áreas específicas. No son solo juguetes, son herramientas.
- Hidrátate bien: Parece obvio, pero se olvida. Bebe agua antes y después de nadar. No hay excusa.
- Encuentra un compañero de natación: Nadar con alguien hace que todo sea más divertido. Además, te motiva a no rendirte.
- Apunta tus progresos: Lleva un diario de entrenamiento. Anota distancias, tiempos y sensaciones. Al final, verás cómo avanzas.
Preguntas frecuentes sobre natación
Aquí tienes un pequeño recopilatorio de preguntas que suelen hacerse quienes están en el camino de mejorar su técnica de natación:
¿Cuántas veces a la semana debo nadar?
Si quieres mejorar, lo ideal sería entre 3 y 4 veces por semana. Pero no te agobies, lo importante es la calidad, no la cantidad.
¿Debo tomar clases?
Si eres principiante, unas clases te pueden ayudar a entender lo básico. Un entrenador te dará feedback instantáneo y corregirá tus errores en el acto.
¿Qué debo comer antes de nadar?
Una comida ligera, rica en carbohidratos y proteína. Algo como un plátano y un yogur. No te atiborres, que no es una comida de gala.
¿Es normal sentirse cansado al nadar?
Sí, claro. La natación es exigente. Si no te cansas, probablemente no lo estés haciendo bien. Pero cuida de no pasarte, que nadie quiere un ahogado en la piscina.
¿Cómo puedo mejorar mi resistencia?
La clave está en la práctica constante. Añade poco a poco distancias y series a tu rutina. No te olvides del descanso; tu cuerpo lo necesita.
Así que ya lo sabes, la natación es un arte y, como todo arte, requiere práctica y dedicación. No te desanimes si al principio te resulta complicado. Con paciencia y los consejos adecuados, te convertirás en un pez en el agua. ¡A nadar!
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Recurso externo: natación